Revolucionarios con historia
Rubén Galicia Medina *
Con todo cariño y respeto haré algunos comentarios con relación al periodo en el que orgullosamente dirigí a mi Partido, el Revolucionario Institucional (1979-1985).
Comenzaré por decirles que en mi modesto proyecto político no ambicionaba dirigir a mi Partido; mi militancia, desde muy joven, fue en el sector agrario del cual experimentaba y conocía sus necesidades y problemáticas y es por ello que es éste, el sector campesino, el que ambicioné llegar a presidir; dirigir la Liga de comunidades agrarias, ya que mi origen es el campo, pero lamentablemente jamás fue posible. Sin embargo se cumple el axioma “EL HOMBRE Y LAS CIRCUNTANCIAS” y por esta ley aplicable en la vida política tuve la gran oportunidad de ser presidente de mi Partido durante el periodo gubernamental de Rafael Camacho Guzmán (1979-1985), de quien puedo afirmar fue el último gobernador con formación nacionalista y revolucionaria, como atestiguan todas las acciones que en favor del pueblo le dejó a Querétaro; con esta filosofía gobernó, por lo que las causas del Partido y su militancia siempre fueron apoyadas y se encontró amplia respuesta que trajo como consecuencia DESARROLLO Y PAZ SOCIAL para Querétaro.
Teníamos un PRI propositivo y un gobierno comprometido con sus causas y, por ende, la gobernabilidad del estado era completamente sólida, pues se tenía un tejido social integrado con los sectores del Partido, cada uno ubicado y comprometido con su origen.
El sector agrario, atento a la problemática integral del desarrollo del campo y con una lucha permanente para el aseguramiento jurídico de la dotación de tierras; el sector popular, comprometido con su clase para apoyar en la promoción de vivienda, salud, educación y demás servicios necesarios, así como buscando concesiones para los servicios de abasto popular, movilidad, seguridad, entre otros; el sector obrero, en su lucha parmente por la emancipación de los trabajadores, defendiendo sus logros laborales. Un PRI de trabajo y entrega, permanentemente atendiendo sus causas.
Los esfuerzos de creación de la infraestructura más necesaria siempre era mediante el análisis de planeación que sustentaban importantes instancias dentro del Partido, como lo eran el CEPES a nivel estado (Centro de Estudios Políticos, Económicos y Sociales) y el IEPES a nivel nacional (Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales); éstos conformados por profesionistas comprometidos con las causas sociales y atentos al Partido, estos análisis conformaban la plataforma electoral que se convertía en el programa de Estado, para atender al pueblo con seriedad y responsabilidad nacional.
Las definiciones de posiciones de elección popular se determinaban mediante el consenso entre el Partido, sectores y organizaciones, teniendo voto de calidad el Ejecutivo del estado, allegándose siempre de la opinión ciudadana que vertía opinión sobre la conducción social de los posibles candidatos y de esta forma conjugaba la opinión política y social, logrando con esta estrategia, inclusión y equidad interna que evitaba la división y se controlaba la migración hacia otros partidos. Mediante estas estrategias se lograba llevar a los mejores líderes a ocupar los puestos de elección popular, por sus antecedentes de compromiso con los ciudadanos a los que representarían y, así, se aseguraban triunfos contundentes con el beneplácito del Partido y la sociedad, lo que convirtió al PRI en un ejemplo internacional, a quien admiraban por su capacidad de convocatoria y, por ende, de preservar la estabilidad nacional.
Qué orgullo, a mis 60 AÑOS DE MILITANCIA ININTERRUMPIDA, haber tenido la oportunidad de dirigir en el estado, al Partido más poderoso del mundo, un partido que nos generó desarrollo y progreso, un partido que nos dio paz social, un partido que nos dio Patria, un partido que sabía que tenía la gran responsabilidad de ser el ejército civil de apoyo a las instituciones y a la máxima figura que representaba la grandeza de la Patria, el señor presidente de la República, y que la fuerza de su convocatoria detenía el apetito del ejército de apoderarse del Estado.
Esto se logró mientras se tuvo gobernadores comprometidos con su Partido, tales como Camacho Guzmán, quien, desde el balcón central de Palacio de Gobierno hasta la comunidad más humilde, manifestaba que primero el PRI, después el PRI y otra vez el PRI.
Por eso me atrevo a sustentar que el Partido Revolucionario Institucional, ha cumplido con su lema: DEMOCRACIA Y JUSTICIA SOCIAL, pues en el concepto de DEMOCRACIA se ha llegado a la máxima expresión a la que un pueblo pueda ambicionar; se respetó el cambio con una alternancia de partidos en el gobierno, con toda civilidad, sin violencia y con la madurez cívica que hemos observado y con relación a la JUSTICIA SOCIAL. Pedimos al pueblo que dé su veredicto al analizar las instituciones de carácter social que se generaron con los gobiernos priistas. Se equivocan quienes enlodan al Partido confundiendo sus programas nacionalistas y revolucionarios con los programas de Estado con sentido neoliberalista; el Partido cumplió con lealtad al gobierno, que la historia lo juzgue.
Termino esta intervención diciendo: aquí estamos presentes quienes hemos conocido los grandes esfuerzos de nuestro Partido y que sabemos que regresará al poder, porque siempre ha apoyado las causas sociales. Gracias.
* Expresidente del CDE del PRI Querétaro.